En Estados Unidos están proliferando las clínicas que ofrecen terapias celulares no reguladas. Ver artículo «Terapia celular fraudulenta».
Un caso puntual, pero por ello no menos importante, es la “Cell Surgical Network (CSN), que está promoviendo una gran campaña de expansión, pues en los dos últimos años ha abierto 42 centros que ofrecen terapia celular para 32 patologías diferentes, utilizando las propias células madre de los pacientes.
Miembros de la CNS, la cual se ha expandido a 22 estados norteamericanos, manifiestan que sus terapias conllevan una mínima manipulación del tejido que se obtiene de los pacientes que van a ser tratados. Sin embargo, estos procedimientos no están regulados por la “Food and Drug Administration (FDA), organismo estatal que controla la comercialización de nuevos productos médicos.
El año pasado una experta en Bioética de la Universidad de Minesota, Leigh Turner, escribió a la FDA urgiéndole a que investigara si el CSN está violando las leyes que regulan la posible administración de células madre o de productos derivados de ellas. Tras no recibir contestación, la investigadora está promoviendo una campaña para que expertos en este terreno presionen a la FDA para que regule dichas terapias, para así tratar de evitar que ese país se convierta en un oferente de terapias celulares irregulares a personas de otros países. Según Paul Knoefler, un investigador de la Universidad de California, hay ahora más de 100 clínicas en Estados Unidos ofreciendo este tipo de terapias, aunque él piensa que podrían llegar a las 200.
La propia Turner, en febrero de 2012, se dirigió a la FDA para que evaluará a Celltex Therapeutics, una empresa de Texas que trabaja en colaboración con otras surcoreanas ofreciendo terapias celulares. Como consecuencia de ello la FDA inspeccionó a Celltex, comprobando que esta empresa solamente ofrece la posibilidad de procesar estas células y de crear bancos con ellas, lo cual no es óbice para que además las envíe a médicos independientes de Méjico, donde la regulación de estas terapias está muy poco controlada. (Nature Medicine20; 796-797, 2014)
Como se ve en un país técnicamente tan desarrollado como Estados Unidos también se echa de menos la regulación legal de unas prácticas que sin duda son fraudulentas.
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