El incesto ha sido una práctica raramente aceptada, excepto en algunas circunstancias, como por ejemplo en las familias reales que han tendido a casarse entre ellos o en los faraones egipcios, que por considerarse deidades debían reproducirse también entre ellos. Ocurría lo mismo entre las familias reales de los Incas y habitantes de las islas Hawai, que para concentrar el poder se reproducían entre ellos.

Ahora, según se recoge en el número de Science de este mes de junio, parece que algo similar ocurría entre los más antiguos pobladores de Irlanda.

En efecto, a unos 25 kilómetros al norte de Dublín, existe una impresionante construcción pétrea, denominada Newgrange, que emerge en una colina, con paredes de 12 metros, y del tamaño de un campo de futbol, construida con más de 200.000 toneladas de tierra y rocas. Al parecer algunos de los primeros habitantes que llegaron a Irlanda, 3700 años antes de Cristo, posiblemente agricultores, procedentes de Anatolia, que atravesaron toda Europa hasta llegar a las islas británicas, 1000 años antes que los egipcios construyeran sus primeras pirámides. Pues bien, estas estructuras pétreas, posiblemente se utilizaban para depositar en ellos sus cadáveres, generalmente incinerados. Pero en el corazón de Newgrange, en excavaciones realizadas en 1970, se encontraron huesos de un hombre que no había sido quemado, al que denominaron NG10, en un nicho cerrado con piedras esculpidas de forma muy elaborada. El equipo de Lara Cassidy, del “Trinity College Dublin” y su equipo, fueron capaces de extraer ADN del referido esqueleto. Pues bien, comparando el ADN de NG10 con otros restos óseos de la zona, se pudo comprobar un inusual parentesco entre ellos. En un artículo publicado esta misma semana en Nature, Cassidy y su equipo sostienen que dichos restos podían pertenecer a familias próximas, probablemente por relaciones incestuosas, todo ello, también posiblemente, para mantener el poder entre dichas familias. Es decir, lo mismo que se da entre algunas familias reales, y se dio entre los faraones egipcios, los incas y los antiguos pobladores de Hawai, parece que pudo darse también entre los colonizadores de Irlanda durante el Neolítico (ver más AQUÍ).