Según se recoge en The Lancet, en abril de 2017, un amplio grupo de expertos se reunieron en Roma, invitados por el Cardenal Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, para reflexionar sobre el futuro de la Humanidad a través de la visión de la Ciencia Médica, siendo el principal propósito tratar de reducir el abismo que a veces se plantea entre ciencia y religión y explorar caminos a través de los cuales estos dos ámbitos podrían encontrar soluciones para los problemas emergentes que a la humanidad se le están planteando.

La agenda de la Conferencia incluía temas tan importantes como el cambio climático, las migraciones, la discapacidad y la edición genómica, entre otras.

Una importante conclusión de esta conferencia es que las relaciones entre ciencia y religión deben sustentarse en un diálogo real, más que en la confrontación.  Un ejemplo de ello se puede constatar en la respuesta que el mundo de la ciencia ha tenido para la encíclica del papa Francisco “Laudato sí”, en la que se critica el desarrollo irresponsable, se denuncia la degradación ambiental y el calentamiento global y se hace una llamada a los pueblos del mundo para promover juntos acciones globales.

Finalmente, durante esta importante reunión, se planteó una viva discusión acerca de la tensión que con frecuencia se plantea entre ciencia y religión sobre el valor de la vida y los cuidados médicos fútiles.  Para tratar estos asuntos el Instituto Mario Negri de Farmacología y el Lancet han propuesto crear una Comisión para profundizar en el estudio sobre el valor de la vida. Uno de los objetivos de esta Comisión es crear un espacio de reflexión y pensamiento constructivo en temas tan importantes como los cuidados al final de la vida y la edición genómica, temas con un trasfondo bioético de extraordinaria importancia y que con tanta frecuencia abordamos en Bioética Press.