Hay algunas personas que poseen una mutación de su genoma (CCR5A32) que les confiere determinada resistencia para ser infectados por el VIH. Aprovechando esa circunstancia, ahora se da un paso que puede ser útil para el tratamiento de los individuos infectados por el VIH. Se trata de derivar células iPS de dichos individuos y a partir de ellas producir monocitos/macrófagos. Los autores determinan su resistencia a la infección por VIH y sugieren que a partir de ellos se podría abrir una puerta para el tratamiento de las personas infectadas por este virus (PNAS 111; 9591-9596,2014).