
Según se recoge en un informe de BBC MUNDO, difundido el 7 de enero de 2018, y que es de conocimiento general, las primeras experiencias a gran escala con la píldora contraceptiva, puesta a punto en 1955 por Jonh Rock y Gregory Puicon, se llevaron a cabo en el barrio de Rio Piedras, de la periferia de San Juan (Puerto Rico). En dichas experiencias participaron alrededor de 1.500 mujeres. Desde un punto de vista bioético, hay que enfatizar que el equipo médico responsable del ensayo clínico no informó a las mujeres sobre los posibles efectos secundarios negativos que el uso de estas píldoras pudiera tener para ellas, algunos leves y pasajeros, pero otros, como son los posibles problemas tromboembólicos potencialmente graves. Sin duda, dichas experiencias constituyen un ejemplo claro de utilización de gentes humildes por colectivos adinerados para experiencias biomédicas que ellos no desean realizar en poblaciones de su colectivo social.