Los cuidados paliativos se olvidan en los países en vías de desarrollo, cuando un fin primordial de la medicina es paliar los sufrimientos de los pacientes.

La cobertura universal de la sanidad es una prioridad de los objetivos de “Desarrollo Sostenible” programados hasta 2030. Entre los aspectos a cubrir se encuentran las vacunaciones, los cuidados prenatales y neonatales, los tratamientos antirretrovirales y de algunas graves enfermedades. Sin embargo, entre estos objetivos no se han incluido los cuidados paliativos.

Los cuidados paliativos son algunos de los aspectos médicos más olvidados dentro de la cobertura universal de la sanidad. Para tratar de paliarlos se ha constituido la “Lancet Commssion” en cuidados paliativos para tratar de solventar estas peligrosas omisiones

Pero ¿qué razones existen para este olvido de los cuidados paliativos? Dos principalmente, la primera que los cuidados paliativos se ven en ocasiones como un lujo de los sistemas de salud, incluso en países desarrollados. Segundo, igualmente en los países desarrollados en los que los cuidados paliativos están disponibles, existe, en ocasiones, un arduo debate sobre el papel que estos servicios médicos deben cumplir en los momentos finales de la vida de muchos pacientes.

La “Lancet Commisssion” muestra que ambas razones son falaces y propone una serie de medidas:

  • Definir qué situaciones médicas son subsidiarias de ser atendidas en unidades de cuidados paliativos.
  • Hacer una llamada para plantearse más seriamente la necesidad de aliviar el dolor y el sufrimiento en los momentos en los que las condiciones humanas están muy limitadas.
  • Dar a conocer que la inversión económica en cuidados paliativos es rentable.
  • Promover acciones colectivas para conseguir los objetivos que la “Commission” propone.

A todo ello, nosotros añadimos que, al margen de estas medidas materiales, profundizar en la consideración de la dignidad de la persona humana sufriente, y consecuentemente la necesidad de paliar esos sufrimientos, está en la base de la no siempre adecuada promoción de los cuidados paliativos en el mundo, pues un fin primordial de la medicina es, si no se puede curar, al menos paliar los sufrimientos de los pacientes, especialmente de los que se encuentran en los últimos momentos de su vida.