La principal dificultad es que hasta el momento ningún investigador ha podido reproducir las experiencias de Obokata y confirmar sus resultados.

En enero de 2014 se publicó en Nature (2014; 505, 641-7) un revolucionario trabajo en el que un grupo de investigadores japoneses de la Universidad de Kobe, ditigidos por Haruko Obokata, y en el que participó Charles Vacanti, de la Universidad de Haward, manifestaba que para reprogramar células adultas hasta células iPs, no era necesario utilizar los genes reprogramadores usados por Yamanaka para obtenerlos (Cell 126; 663-676,2006), sino que bastaba con someter a las células adultas a un baño ácido.

Según se comenta en  British Medical Journal (2014; 348: g1695) algunos especialistas en reprogramación celular se sorprendieron de que algo tan simple como bajar el PH del medio de cultivo pudiera convertir a las células adultas en células similares a las embrionarias, que posteriormente pudieran derivarse a cualquier tipo celular del organismo. En este sentido Cris Mason, del Colegio Universitario de Londres, manifestaba que “con el más simple y económico método se puedan generar células pluripotentes a partir de células adultas. Es un increíble descubrimiento”.

Sin embargo, otros investigadores no parecen tan acordes con este entusiasta asentimiento a la tecnica de Obokata y colaboradores, centrando su atención en su no comprobada credibilidad, lo que ha suscitado tras la publicación  no menos de 60 comentarios manifestando sus dudas sobre el trabajo, lo que según un representante de la revista Nature, en donde se publicó el trabajo de Obokata, ha inducido a sus responsables a investigar sobre el tema.

Pero las críticas no solo se centran en el último trabajo de Obakata, sino incluso en uno anterior del mismo investigador, en el que también participó Vacanti  (Tissue Eng 2011; A17: 607-615), en el que al parecer se detectaron errores en el trabajo, aunque Vacanti ha manifestado que los errores fueron “honestos” y que no afectan a las conclusiones obtenidas. De todas formas, algunas figuras de ambos trabajos el actual y el de 2011, han sido cuestionados por contener objetivos errores.

Pero la principal dificultad es que hasta el momento ningún investigador ha podido reproducir las experiencias de Obokata y confirmar sus resultados. Por todo ello, el equipo japonés está siendo presionado para que publique un detallado protocolo de sus experiencias para facilitar a otros investigadores la posibilidad de reproducirlos.