Sabida es la importancia que cada día se va dando a las células iPS en cuanto a la posibilidad de que pueda ser útiles en el capo de la medicina regenerativa. Ahora se comprueba que si células iPS obtenidas  de piel o medula ósea de una persona se reinyectan a esa misma persona pueden generar tumores e inflamación. Pero si estas células se derivan antes de ser transferidas a células precursoras de un tejido determinado, no producen ni inflamación ni tumores, lo que puede avalar su uso en la regeneración de tejidos humanos (Cell Rep. http://doi.org/stw, 2014).