La publicación de que un paciente infectado por el VIH ha sido curado con un trasplante de células hematopoyéticas (células de sangre), ha suscitado una gran esperanza para el tratamiento de estos pacientes. Se pueden  utilizar células madre del propio paciente (trasplante autologo) o  de otra persona (trasplante alogénico). En este caso, las células trasplantadas  previamente habían sido tratadas por ingeniería genética para introducirles moléculas anti-VIH (Blood 122; 3111-3115,2013).