El 1 de febrero de 2022 fue aprobada la nota doctrinal sobre la Objeción de Conciencia por parte de los obispos miembros de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe «Para la libertad nos ha liberado Cristo» (Gal 5, 1). La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) autorizó su publicación el 8 y 9 de marzo, con ocasión de la Jornada por la Vida.

El documento abarca temas como la libertad religiosa y de conciencia, la dignidad de la conciencia, la función del Estado, la objeción de conciencia y la libertad cristiana. Según declaran, “desde hace unas décadas estamos asistiendo a un proceso de aprobación de leyes en las que la vida humana queda gravemente desprotegida. Es un proceso que no ha terminado… La misión del Estado debe respetar la autonomía y la libertad de las personas, el principio de subsidiariedad y sus límites en el ejercicio del poder. Cuando los poderes públicos se erigen en difusores de una determinada ideología o en promotores de ciertos valores morales que son opinables, están traspasando el límite de su misión”.

Con motivo de la publicación (el pasado 25 de marzo), el obispo de Tortosa Enrique Benavent tuvo el pasado  martes 26 de abril un encuentro con medios de comunicación para explicar el documento en cuestión. Benavent aclaró que «el personal sanitario católico no debe prestar una colaboración inmediata a una acción que tienda a la eliminación de una vida humana en su comienzo o final. La objeción de conciencia no tiene que ser a todas las leyes sino a aquellas acciones que atenten contra la dignidad del ser humano, contra la vida humana», además “un católico tiene que objetar en su conciencia cuando haya leyes que atenten contra su religión, contra los elementos fundamentales de la vivencia de su fe».

Por otro lado, haciendo referencia a aquellos cristianos cuya profesión está vinculada con la política, subrayó que no deben promover leyes que atenten contra la vida. «Un político católico no debería prestar su voto positivo a estas leyes y, si son leyes ya aprobadas o que se sabe que se van a aprobar, manifestando su oposición a esas leyes, se puede prestar el voto a enmiendas que puedan minimizar los efectos negativos de las leyes”. Además, ha mostrado su desacuerdo con el registro de objetores de conciencia, ya que considera que se estaría “violando el principio” sobre el que la persona no está obligada a rebelar sus creencias.

No obstante, Enrique Benavent quiso aclarar que la nota publicada no tiene una finalidad política, sino que “es una reflexión de naturaleza doctrinal, que oriente a los católicos y a quienes, sin ser católicos, estén abiertos a un planteamiento de naturaleza ética y moral».

En cuanto al rezo delante de las clínicas abortistas, señaló que «la libertad religiosa debe ser un bien protegido por el Estado. Si no es necesario, no se debe restringir, únicamente en la medida de lo necesario desde dos principios, el orden público y el bien común… Si esa libertad religiosa puede convertirse en acoso para otros, es el Estado el que debe decidir en función del bien común y del orden público».