D. Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, ha alertado hace unos días de que, «simultáneamente» con el conflicto en Ucrania, hay una guerra oculta contra la familia, una guerra de abortos y eutanasias, que “es una guerra contra el hombre”.

Estas afirmaciones las hizo durante el acto de consagración en Valencia de la humanidad, particularmente de Rusia y Ucrania, al Inmaculado Corazón de María en unión con el Papa Francisco, que presidió el viernes por la tarde esta celebración mundial a la misma hora desde el Vaticano.

El cardenal recalcó que la Iglesia «no puede callar ante los abusos sociales, ante las injusticias y las opresiones como las que estamos sintiendo en estos momentos con esta guerra».

Ante «la guerra injusta en Ucrania y por cuantos tienen que huir de su país, la voz de la Iglesia está cargada de esperanza» e insistió en que «la Iglesia no puede callar y sale en defensa del hombre amenazado, de la vida despreciada y perdida, y clama por el inocente, apuesta fuerte por la vida y por la paz».

«Hoy están rompiendo y disgregando a tantas familias que son origen y promesa de vida en países hermanos nuestros, y también existen ideologías destructivas que tanto daño hacen, en un nuevo orden mundial, como denuncia el Papa Francisco, y que son ideologías contrarias al hombre y a la vida», denunció.