La pandemia de la COVID-19, ha afectado negativamente a diversas áreas de la sanidad, como la relacionada con la donación y trasplante de órganos, disminuyendo un 31, 37% los pacientes que han podido ser trasplantados el pasado 2019.

No obstante, el Programa de Donación y Trasplantes, registró este último año, un incremento del 8% en el número de trasplantes y un 7% en el de donaciones, situando su tasa estatal en el 40,2 por millón de población (pmp).

En este crecimiento ha influido la puesta en marcha de medidas concretas establecidas por la ONT y las comunidades autónomas. Una de ellas es la elaboración de protocolos para la evaluación y selección de donantes y pacientes, en relación a la infección de COVID-19. Esto permite una mayor eficacia y seguridad trasplantando, incluso, aquellos órganos de pacientes que seguían dando positivo en el momento del fallecimiento.

Sin embargo, es importante recalcar que, a pesar de haber mejorado con respecto al 2019, sigue habiendo una importante lista de espera de pacientes cuya esperanza de vida depende de la disponibilidad de un órgano compartible.