Según informa La Razón, desde el pasado mes de marzo, se está produciendo en España un desabastecimiento de las hormonas que necesitan las mujeres “trans”. Si no se les administran los medicamentos Progyluton y Climen, que contienen la hormona femenina estradiol, podrían padecer serios problemas de salud, como hipoglucemias, o incluso depresión y ansiedad, tal y como afirma Marta María Corrales, mujer transexual que lucha para acabar con el desabastecimiento y que incluso ha enviado cartas tanto al Ministerio de Sanidad como al de Igualdad, que todavía no han recibido respuesta.

El mencionado diario se puso en contacto con el Ministerio de Sanidad, que les informó de que el desabastecimiento se debe a que Bayer, la multinacional que produce Progyluton y Climen, tiene problemas de suministro en su sede en Alemania, lo que está causando los retrasos en la producción de medicamentos con hormonas en todo el mundo y que ya han tomado medidas para solucionarlo.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha tenido varias reuniones con los colectivos afectados para tratar de buscar soluciones para ese problema, como podrían ser la elaboración de fórmulas magistrales en farmacias o la importación de fármacos extranjeros.

Por otra parte, el doctor Antonio Becerra Fernández, coordinador del Grupo de Trabajo de Transexualidad de la Sociedad Española de Endocrinología, comenta en referencia a la ley LGTBI recientemente aprobada, que “a las personas “trans”, mucho antes que la aprobación de esa ley, les inquieta que no persista el desabastecimiento de hormonas”. Este “es un tema prioritario que pone en evidencia la falta de preocupación por estos afectados y desprestigia a la ciudadanía “trans”.

Finalmente, desde el Ministerio de Sanidad afirman que la falta de suministro no les compete a ellos, sino a la farmacéutica Bayer y anuncian la vuelta de Progyluton a las farmacias en el mes julio, pero no la de Climen, que no volverá hasta 2022.

Valoración bioética

Los problemas de desabastecimiento de determinados medicamentos, se suceden en muchos ámbitos de la atención sanitaria. Las causas son muy diversas, desde problemas con la producción, baja rentabilidad económica para los laboratorios fabricantes, o, como parece ser el caso que nos ocupa, derivar determinados tratamientos en cantidades importantes para fines no previstos inicialmente. El incremento en la demanda de tratamientos hormonales de transición de género, que hemos tratado previamente, presenta problemas bioéticos que deben analizarse. Muchos de estos tratamientos en transexuales son “off-label” es decir, utilizados fuera de las indicaciones autorizadas en su ficha técnica, y, además, presentan riesgos importantes asociados, como se ha tratado en otro artículo. Es necesario, pues, además de atender a las personas que necesitan proseguir ciertos tratamientos, racionalizar su uso valorando debidamente las indicaciones no autorizadas, sus consecuencias y alternativas, para evitar el desabastecimiento también para aquellos casos en los que el fármaco es administrado según pautas debidamente autorizadas.