Según comenta Eva María Martín García, presidenta de la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia del Personal Biosanitario (ANDOC), actualmente en España se están produciendo serios problemas para poder ejercer el derecho a la objeción de conciencia (ver AQUÍ).
Para explicar el sentido y el valor de este derecho, especialmente en el ámbito biosanitario, un grupo de juristas y sanitarios han lanzado un vídeo que invita a la reflexión sobre la trascendencia de un derecho que a menudo se cuestiona.
Los profesionales de la salud tienen como objetivo salvar vidas, no terminar con ellas, por lo que en caso de no querer practicar la eutanasia, deberían poder negarse a hacerlo. El problema es que para poder objetar hay que estar inscrito en un registro de objetores y no se sabe si este hecho podría derivar en algún tipo de discriminación para ellos.
Además, para remediar los problemas de las personas más vulnerables, la solución no es acabar con sus vidas, sino prevenir, ayudar y educar a esas personas para que no vean la muerte como su única salida.
Nuestra valoración
En nuestra opinión, el tema que comenta Eva María García tiene una especial relevancia, pues no se debería obligar a un profesional sanitario a terminar con la vida de sus pacientes, sino ofrecerle ayuda para tratar de salvarlos. Además, en un estado de derecho, cualquier persona podría negarse a hacerlo y tendría derecho a solicitar la objeción de conciencia sin tener que temer las posibles consecuencias negativas que suponga aparecer en un registro. Ya veremos qué ocurre en el caso de España, porque no está muy claro que se respete la libertad de los sanitarios de actuar en contra de la eutanasia.
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