La tecnología basada en CRISPR permite no solo la edición de material genético sino que se muestra muy prometedora en el ámbito del diagnóstico clínico (CRISPR-dx).
En los últimos años se han desarrollado nuevas tecnologías que permiten cambiar a nuestro gusto cualquier secuencia de ADN conocida, de una forma más precisa y eficaz. Estas técnicas ofrecen un gran potencial en el ámbito biomédico y biotecnológico (alimentación, agricultura, medio ambiente…). Una de estas tecnologías, denominada CRISPR/Cas9, permite hacerlo basándose en un sistema inmunitario adquirido presente en las bacterias, que son capaces de almacenar la información genética de los virus que las infectan para poder actuar contra ellos. En un artículo recientemente publicado en la revista Science[1] se revisa esta tecnología como posible herramienta diagnóstica (CRISPR-dx). Según los autores, el desarrollo de esta tecnología permitirá llevar a cabo análisis de secuencias de ADN y ARN de forma más rápida y sencilla que con la actual tecnología, basada fundamentalmente en la PCR cuantitativa (qPCR). La pandemia por SARS-CoV-2 ha puesto en evidencia la necesidad de desarrollar este tipo de tecnologías que, en teoría, permitirán llevar a cabo análisis masivos de secuencias de manera muy simple. De hecho, la FDA ha aprobado ya el uso de algunos productos basados en esta tecnología CRISPR-dx para el diagnóstico del SARS-CoV-2, que ya han sido distribuidos por todo el mundo para su uso en la detección del virus. Como ejemplo del fundamento de este tipo de tecnología, alguno de los abordajes se basa en el hecho de que los enzimas Cas12 y Cas13 muestran una actividad colateral solo cuando detectan su ADN o ARN diana (específico), degradando cualquier ADN o ARN que esté en las inmediaciones de la reacción de forma inespecífica. Si se añade entonces un ácido nucleico a la muestra que, por ejemplo, sea fluorescente al degradarse, se puede detectar la presencia de la secuencia diana (de un virus, una bacteria o una secuencia mutada en una enfermedad) de manera rápida y sencilla usando un kit diagnóstico. De igual forma, el test podría ser colorimétrico, o incluir algún dispositivo que permita detectar una señal eléctrica, entre otras posibilidades. Otro ejemplo de esta tecnología es la plataforma denominada LEOPARD, que permite detectar diferentes secuencias (variantes) en una sola reacción, lo cual, en el caso del SARS-CoV-2 es especialmente importante teniendo en cuenta la posibilidad de que haya diferentes cepas del virus circulando simultáneamente. Sin embargo, según los autores, la tecnología actual aún requiere de equipos especializados para su uso, por lo que el reto en la actualidad es la simplificación de la tecnología de los test, de manera que se puedan usar en los puntos de atención sanitaria o incluso en casa. En definitiva, la tecnología basada en CRISPR permite no solo la edición de material genético sino que se muestra muy prometedora en el ámbito del diagnóstico clínico (CRISPR-dx).
José Miguel Hernández-Andreu
Instituto Ciencias de la Vida
Observatorio de Bioética
Universidad Católica de Valencia
[1] Abudayyeh OO, Gootenberg JS. CRISPR diagnostics. Science. 2021 May 28;372(6545):914-915. doi: 10.1126/science.abi9335. PMID: 34045344.
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