Las muertes en Estados Unidos por suicidios y sobredosis de opiáceos, constituyen una preocupación cada día mayor, pues el número de muertos por estas dos causas ha pasado de 41.364 en el año 2000 a 110.749 en el año 2017 (+267%). Esto está suscitando un esfuerzo por parte de las autoridades sanitarias norteamericanas, a través del National Strategy for Suicide Prevention y el State Targeted Response to the Opioid Crisis del Substance Abuse and Mental Health Services Administration, para tratar de paliar el problema. (ver más).