Se ha difundido por algunos, que la vida humana empieza a los 14 días después de la fecundación, es decir, cuando la implantación del embrión se ha consolidado, por lo que, para ellos, es ético manipular a los embriones humanos, a los que ellos denominan pseudoembriones, durante los primeros 14 días del desarrollo embrionario. Opinión que naturalmente otros muchos no aceptamos, pues defendemos lo que biológicamente parece incontestable, que la vida humana empieza con la fecundación, es decir, con la unión del ovocito con el espermatozoide, y que el embrión de una sola célula, el cigoto, es un ser vivo de nuestra especie, con los inalienables derechos que todo ser humano tiene, por lo que no puede ser manipulado, ni mucho menos destruido.

Pero ahora, un conjunto de científicos, agrupados en la “International Society for Stem Cell Research” (ISSCR), no se conforma con que la manipulación de los embriones se limite a los primeros 14 días de su vida, por lo que están preparando una guía de recomendaciones que permita extender las investigaciones con embriones humanos más allá de esa fecha. Es decir, la ISCCR pretende erigirse en la voz de la ética en la investigación con embriones humanos, determinando que es éticamente aceptable o no. Si dicha norma se aprueba, se podría estudiar, y potencialmente manipular, el desarrollo embrionario, cosa que, a su juicio, incluso abre la posibilidad de la ectogénesis, es decir, de que los animales, e incluso los humanos, puedan desarrollarse fuera del útero materno, en un útero artificial.

De todas formas, no todos los miembros de la ISCCR, apoyan la idea de que se permita utilizar embriones humanos de más de 14 días para investigaciones biomédicas, aunque los que así opinan son una minoría, pues la gran mayoría de ellos sostienen que si esta norma se aprueba se podría mejorar la fecundación in vitro y también limitar, cuando no eliminar, los nacimientos de niños discapacitados o con trastornos hereditarios congénitos.

Incluso otros extienden más allá los posibles beneficios, al afirmar que será un importante paso desarrollar la ingeniería genética en humanos y para utilizar la edición genética y otras modificaciones genómicas. Sin duda, todo ello, con aparentes beneficios para la investigación y la mejora de los seres humanos, pero con el insalvable escollo ético de que nunca un posible beneficio puede justificar el utilizar medios no éticos para conseguirlo, como en este caso es la manipulación y posible destrucción de embriones humanos.