La pandemia solamente se podrá detener vacunando a un gran porcentaje de personas, que algunos estiman entre un 70% y 80% de la población.

Un tema con indudable trasfondo bioético es determinar si puede ser en alguna ocasión obligatorio que las personas se vacunen contra un determinado virus,  (ver más).

Con motivo de la pandemia por la COVID-19 este tema se ha vuelto a plantear de nuevo, dada la gravedad del tema ya que, en opinión de la mayoría de los expertos, esta pandemia solamente se podrá detener vacunando a un gran porcentaje de personas, que algunos estiman entre un 70% y 80% de la población. Pero ante esta opción, hay algunos que se niegan a vacunarse, por lo que la cuestión que se plantea es: ¿se les podría obligar?

En relación con ello, en un artículo publicado en enero de 2021, en el Journal of Medical Ethics por Julián Savulescu, profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford, se aborda el tema, especificando cuáles pueden ser a su juicio los requisitos necesarios para que la vacunación pueda ser obligatoria, incluso proponiendo un algoritmo para determinar dichos requisitos. En el caso de la COVID-19, Savulescu estima que éstos no se cumplen, por lo que, desde un punto de vista bioético, no se podría obligar a las personas a vacunarse contra este virus; pero como médicamente es muy conveniente hacerlo, habría que plantear alguna opción alternativa. El sugiere varias, entre ellas, por ejemplo, eliminar la obligación de que los vacunados lleven la mascarilla en los sitios públicos y mantengan la distancia de separación adecuada, si son portadores de un certificado que avale su vacunación. Sin embargo, el autor opina que el mejor medio sería incentivar económicamente a las personas para que se vacunaran, aunque ello puede suponer un montante económico no asumible por los servicios de salud de todos los países.