Los síntomas más frecuentes de la COVID persistente son: dolores de cabeza, fatiga, dificultad para respirar y pérdida duradera del gusto y el olfato.

Los pacientes que han padecido la COVID-19, sufren algunos trastornos que pueden perdurar en el tiempo. A esto se le ha denominado «COVID persistente», cuyos síntomas más frecuentes son: dolores de cabeza, fatiga, dificultad para respirar y pérdida duradera del gusto y el olfato. De todos ellos la fatiga es el más frecuente, pues puede detectarse en el 69% de los pacientes a los dos meses después del alta médica. El 53% pueden mostrar dificultades para respirar; el 34% tos persistente y el 15% signos temporales de depresión (ver más AQUÍ).