Al menos uno de cada cinco enfermos con COVID-19 en Estados Unidos necesita un diagnóstico psiquiátrico en los tres meses siguientes al inicio de la enfermedad. Este índice de afectados es superior al que se da en otras infecciones del aparato respiratorio. El estudio publicado en The Lancet Psychiatry, ha sido realizado en la Universidad de Oxford, e incluye a 6200 personas con COVID-19, diagnosticadas entre el 20 de enero y el 1 de agosto de 2020. El estudio determina en qué pacientes sin trastornos psiquiátricos previos al diagnóstico de la COVID-19, la ansiedad fue el síntoma más frecuente.