Más de la mitad de las muertes por suicidio, se han llevado a cabo por armas de fuego.

 

En Estados Unidos, en 2018, hubo más de 48.000 suicidios, afectando con especial gravedad a grupos de adolescentes, ya que en ellos fue la segunda causa de muerte debida a accidentes no intencionados. En un país con un alto porcentaje de ciudadanos poseyendo armas de fuego, se constata que más de la mitad de las muertes por suicidio se han llevado a cabo utilizándolas.

En un reciente artículo se manifiesta que promoviendo políticas que restrinjan la posesión de armas de fuego en los menores de 21 años, se consigue una significativa reducción de muertes por suicidio entre los adolescentes.