En un bien fundamentado artículo, Shenan J Boquet, presidente de Vida Humana Internacional, aporta abundantes datos de las subvenciones que recibe la ONU. Muchas de ellas son para fomentar la planificación familiar y el aborto. En relación con ello, el administrador de USAID (agencia de Estados Unidos para el desarrollo internacional), John Barsa, critica el borrador del documento de la ONU, “Plan de Respuesta Humanitaria Global”, en el que indirectamente promueve valores contrarios a la defensa de la vida humana. En su escrito, Barsa insta a la ONU a no utilizar la pandemia del COVID-19 “como una oportunidad para avanzar al acceso del aborto como un servicio esencial”. Añade que “usar la pandemia del COVID-19 como justificante para presionar al Gobierno para que cambien sus leyes, es una afrenta a la autonomía que cada país tiene en cuanto a determinar sus propias políticas nacionales sobre la atención médica”.