Monseñor Paul S. Coakley, arzobispo de Oklahoma, defiende la dignidad de la vida humana y reitera su oposición a la pena de muerte en un comunicado difundido por la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB). El arzobispo recuerda que, como se manifestó a la Corte Suprema en otro caso a principios de este año, los obispos han pedido la supresión de la pena de muerte durante décadas. El Papa san Juan Pablo II, el papa Benedicto XVI y el Papa Francisco, han pedido así mismo la supresión de la pena de muerte en todo el mundo. Igualmente, destaca que, en su reunión de junio de 2019, los obispos católicos de los Estados Unidos votaron “abrumadoramente en su afirmación a esta posición” (ver más AQUÍ).