Reproducimos el reportaje recién publicado en el Diario «Las Provincias»: La Universidad Católica se moviliza a favor de la vida.

La pasada semana el Congreso de los Diputados aprobó la tramitación de un proyecto de ley sobre la eutanasia. Fue el primer paso de un proceso que puede culminar con la aprobación de la nueva legislación antes del próximo verano.

Las reacciones no se han hecho esperar. Desde la Universidad Católica de Valencia se han puesto en marcha varias iniciativas para concienciar a la sociedad de lo que supondrá que España sea el cuarto país de la Unión Europea (junto a Holanda, Bélgica y Luxemburgo) que despenalizará la eutanasia.

Justo Aznar, director del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, señala que una de las consecuencias más graves es que «saltaremos una línea roja e iniciaremos una pendiente resbaladiza que no sabemos en qué punto puede terminar, ya que estos límites se van diluyendo con el paso del tiempo».

El Observatorio de Bioética reclama un debate serio y critica que se quiera aprobar la ley con prisas y sin reflexión

Aznar se refirió así a lo que sucede tras la aprobación de la eutanasia. «La ley fija unos criterios claros, con una casuística, pero con el paso del tiempo se produce una flexibilización de las condiciones para su aplicación», apuntó y destacó en esta línea lo que está sucediendo en Bélgica y Holanda donde «ya se está empezando a plantear en personas sanas e incluso de forma involuntaria».

Ante ello el director del Observatorio de Bioética destacó la necesidad de realizar un «debate serio y con argumentos de lo que supone esta aprobación para que la sociedad sepa a lo que se enfrenta y no hacerlo de tapadillo como ahora se pretende».

Por otro lado, el facultativo destacó que no entendía la urgencia en la aprobación de la ley. «No hay una demanda social. El principal motivo es ideológico. Me parece bien que quien piensa así intente promover la eutanasia pero creo que debe haber un debate riguroso», destacó Aznar. «Cuando se abre una puerta en bioética es muy difícil volverla a cerrar y por ello hay que ser muy cuidadosos», dijo.

En este sentido indicó que el punto clave del debate es determinar qué criterio debe prevalecer: la autonomía personal o el valor de la vida humana. «¿Por qué se intenta salvar a una persona que trata de suicidarse? Porque se valora la vida», reflexionó.

Además, y en la misma línea, señaló que los partidarios de la eutanasia estaban empleando tácticas demagógicas al plantear casos que son extremos como algo general. «Es una cuestión científica y social que debe ser planteada con altura», puntualizó Aznar.

Iniciativas

En esta dirección se dirigen las iniciativas que se quieren impulsar desde la UCV. Aznar explicó que una serie de pensadores y científicos se reunirán el próximo mes en Madrid para elaborar un informe sobre la aplicación de la eutanasia en España y sus consecuencias. Además, en este encuentro se darán los primeros pasos para impulsar un congreso de carácter internacional que se celebraría en junio. Junto a la Católica de Valencia se han implicado otras organizaciones como el Foro ‘One of us’ impulsado por el exministro Jaime Mayor Oreja.

«Somos conscientes de que es muy difícil evitar que se apruebe la ley, pero queremos que quede claro de que hay muchos que no estamos de acuerdo», señaló.

Aznar subrayó que la defensa de la vida no es una posición religiosa. «No se trata de una cuestión confesional, se refiere a la defensa de la dignidad humana. Es un problema que atañe a la gente que piensa», puntualizó.

En este sentido destacó que el Colegio General de Médicos de España ha manifestado su oposición a la ley. También en octubre del año pasado ‘The World Medical Association’, la confederación mundial de médicos, se posicionó en contra de la extensión de la eutanasia y señaló que los facultativos no pueden ser forzados a participar en estas prácticas.

Cuidados paliativos

Desde el Observatorio de Bioética de la UCV se apuesta también por incrementar los cuidados paliativos. «España está muy atrasada, muy por debajo de los estándares de los países más desarrollados», indicó Aznar. «La situación es aún más grave en la España vaciada. Ahí prácticamente no existen», apuntó.

Aznar quiso precisar que «no queremos que el paciente sufra. De lo que se trata es que acabe su vida de la forma más digna y placentera posible», señaló el investigador que quiso dejar claro que el dolor se puede controlar. «Creo que el objetivo es estimular que los cuidados paliativos lleguen a todas las personas sin tener en cuenta su capacidad económica», recalcó.

 

J. SANCHIS – Diario las Provincias