Molecular Psychiatry evalúa 131 estudios previos que incluyen a más de 120.000 individuos, en los que se describe que pueden haber zonas cerebrales que se identifiquen con tendencias suicidas cuando se dan determinadas alteraciones en ellas. Concretamente se hace referencia a dos redes neuronales que se alteran estructural, funcional e incluso logísticamente, conduciendo a pensamientos que pueden favorecer las tendencias suicidas. Ver más AQUÍ.