En la inseminación o la fecundación in vitro, ¿la donación de semen debe ser o no anónima? Desde un punto de vista bioético, esta práctica plantea objetivos problemas que afectan fundamentalmente a los derechos de los niños y a los de los donantes.
Los hechos que se dan en torno a la reproducción asistida tienen siempre un gran impacto social. No hay que olvidar que en el mundo han nacido alrededor de 8 millones de niños desde que se pone en práctica la fecundación in vitro en 1978, y en España, en el momento actual alrededor del 9% de los nacidos son por estas técnicas.
Ahora se plantea de nuevo si en la inseminación o la fecundación in vitro, la donación de semen debe ser o no anónima. Desde un punto de vista bioético, esta práctica plantea objetivos problemas que afectan fundamentalmente a los derechos de los niños y a los de los donantes.
En cuanto a los niños, parece evidente que tienen derecho a conocer su origen. A conocer quién es su padre. Ello no solo por razones emocionales, sino también por razones médicas, pues no se puede descartar que a lo largo de su vida no se requiera conocer su origen paterno, por si padeciera enfermedades genéticas.
En referencia con los donantes, aunque no sea un derecho, sí que es una realidad que suprimir el anonimato en la donación de esperma, reducirá notablemente el número de donantes, especialmente entre los más jóvenes, como ya ha ocurrido en el Reino Unido. Esto puede tener efectos perjudiciales para el conjunto de las técnicas de procreación asistida, pues puede dificultar su práctica por carecer de donantes.
Por otro lado, y desde el punto de vista del donante, parece obvio que decidan mantener el anonimato, por las consecuencias que una relación filial comprobada podría acarrearles en un futuro. Sobre todo, si se tiene en cuenta la pequeña remuneración económica, entre 50 y 150 euros que tiene la donación de esperma.
De todas formas, ante un problema de esta magnitud bioética, el Gobierno español ha pedido un informe al Comité de Bioética de España sobre este tema, informe que se prevé que sea favorable al anonimato y que se hará público antes de finales de año.
En mi opinión sería mejor si los donantes pudieran decidir en caso porque es su derecho y por eso no hay que aplicar tensión respecto a ellos. Estoy muy agradecida a mi donante ucraniana