Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego y su equipo, han mejorado las técnicas de obtención de organoides cerebrales y han descubierto que, tras un período de desarrollo, aparecen espontáneamente ondas eléctricas similares a las que se observan en el cerebro de los bebés prematuros.

Con unas 86.000 millones de neuronas, el cerebro es un órgano particularmente difícil de estudiar. Una solución consiste en investigar un sistema simplificado con menos neuronas. En 2013, el equipo de Madeline Lancaster, del Instituto de Biotecnología Molecular de Viena, produjo en el laboratorio cerebros en miniatura, también conocidos como organoides cerebrales, a partir de células madre humanas. Aunque estos minicerebros les resultan muy útiles a los investigadores, hasta ahora nunca habían observado en ellos actividad eléctrica. Ahora se ha conseguido. Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego y su equipo, han mejorado las técnicas de obtención de organoides cerebrales y han descubierto que, tras un período de desarrollo, aparecen espontáneamente ondas eléctricas similares a las que se observan en el cerebro de los bebés prematuros. Los organoides cerebrales ofrecen una oportunidad para estudiar dichas cuestiones. Del tamaño de un guisante, se obtienen a partir de células madre humanas pluripotenciales. Si se colocan en un entorno que reproduce las condiciones en las que se desarrolla el cerebro, estas células se diferencian y forman neuronas que se autoorganizan en una estructura tridimensional. Ello da lugar a una versión reducida y simplificada de la corteza humana (región cerebral involucrada en la cognición e interpretación de la información sensorial). A pesar de este gran avance, los organoides siguen siendo modelos rudimentarios y se hallan muy lejos de representar la complejidad del cerebro humano. El actual trabajo también plantea cuestiones éticas: ¿a partir de qué momento puede considerarse que un minicerebro con actividad cerebral es consciente? Todavía nos faltan muchos conocimientos sobre el cerebro para responder a esta espinosa cuestión (ver más AQUÍ).