Si se administran células de placenta de ratón a ratones con infarto de miocardio, pueden actuar en la zona enferma del corazón diferenciándose en cardiomiocitos y células vasculares y consecuentemente mejorar la función cardiaca. Previamente se había demostrado que células de la placenta pueden migrar desde la placenta a zonas dañadas del corazón materno animal. Estos hallazgos pueden representar una única posibilidad de terapia celular para la regeneración de corazones lesionados (ver más AQUÍ).