Todo lo relativo al transhumanismo y a su concepción filosófica parece de extraordinaria actualidad, teniendo además objetivas implicaciones bioéticas. Elena Postigo, profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, aborda este tema en un reciente artículo en el que se propone, en primer lugar, “analizar algunos de los cambios producidos en el concepto de naturaleza humana a lo largo de la historia y, en segundo lugar, realizar una reflexión bioética acerca de las intervenciones planteadas por el transhumanismo y el «enhancement» o mejoramiento humano. Después de repasar la génesis y principales cambios transcendentales del concepto de «physis» aplicado al hombre, concluiremos que hoy en día el concepto de naturaleza humana, tal y como la entiende el transhumanismo, podría alinearse por analogía con la «modernidad líquida». Entenderíamos, así, la naturaleza humana como una «naturaleza líquida», permanentemente en cambio. Esto plantea numerosos problemas, no solo de índole ética o biomédica, sino sobre todo de carácter antropológico y metafísico, en el modo de entender al hombre, y condiciona toda valoración bioética acerca de las intervenciones que supuestamente mejoran la humanidad”.