La mortalidad materna es un importante problema sanitario y social.

Aproximadamente 830 mujeres mueren cada día en el mundo por complicaciones del embarazo y parto. Alrededor de 300.000 al año. Es evidente que hay que reducir estas cifras. Por ello la “Global Strategy for Women’s Children’s and Adolescents’ Health”, ha propuesto como objetivo reducir la mortalidad materna a menos de 70 por 100.000 nacimientos (ver AQUÍ). La preeclampsia es una de las principales causas de este elevado índice de mortalidad materna, por lo que el plan para reducirla urge a que se instauren nuevos tratamientos para prevenir los trastornos de hipertensión en los embarazos, pues “el éxito del tratamiento de la pre-eclampsia es fundamental para reducir los índices de mortalidad materna y mortalidad neonatal (ver más AQUÍ).