CONSULTA

Tengo 54 años y sorprendentemente no tengo la menopausia, sino que tengo unos reglas puntuales y exageradamente abundantes lo que me ha provocado desde hace unos cinco años más o menos, anemia férrica que me controla un hematólogo, habiendo recurrido hace unos meses a un gotero de hierro.
Las revisiones ginecológicas son normales sin que se detecte una causa especial para tales sangrados y desde hace ya unos seis años, insisten en que debería ponerme un DIU Mirena a lo que por razones morales me he opuesto. No obstante, dado que la situación se prolonga y cada vez las reglas son más abundantes e incapacitantes, deteriorándose más mi estado de salud en general (la última analítica estaba muy alterada) ¿debo acceder a la medida que me proponen? Insisten en que no es un método abortivo, pero tengo serias dudas, por lo que querría su consejo a fin de actuar en consecuencia.

NUESTRA RESPUESTA

El DIU de levonorgestrel (Mirena) tiene varios mecanismos de acción para impedir un embarazo. Uno de ellos es provocar atrofia endometrial -por ello se utiliza en metrorragias como parece ser su caso- lo que implica la posibilidad de que si la mujer ovula normalmente (no se ha demostrado que el DIU con levonorgestrel inhiba la ovulación) y se queda embarazada, el dispositivo puede interferir en el proceso implantatorio del embrión en el endometrio, provocando su muerte. En su caso su ginecólogo debería determinar si se siguen produciendo ovulaciones o no (tener la regla no implica necesariamente mantener la capacidad de ovular). En el caso de que sus ovarios sigan produciendo ovocitos cada mes, si se produjese un embarazo, el DIU con levonorgestrel podría provocar la muerte del embrión impidiendo su implantación en el endometrio, y esto supone una dificultad ética. Si no se produjeran ovulaciones, no existiría posibilidad de fecundación y esta dificultad desaparecería.
Las posibilidades que pueden darse, por tanto serían:
-No se producen ovulaciones, y no existe riesgo de provocar la muerte del embrión: Puede administrarse cualquier tratamiento eficaz.
-Pueden producirse ovulaciones y es necesario un tratamiento hormonal para corregir la metrorragia: debe elegirse un tratamiento hormonal que no posea un mecanismo antiimplantatorio, es decir, que no interfiera en el desarrollo embrionario. Parece que el método contraceptivo hormonal más seguro en este aspecto, es decir, que solo actúa impidiendo la ovulación, es el Depo-Provera anticonceptivo inyectable, de administración trimestral, que no presenta efecto antiimplantatorio por ser eficaz como anovulatorio.
-Si el fármaco indicado para tratar la metrorragia posee efecto antiimplantatorio, y no se ofrecen alternativas, en caso de que existan posibilidades de ovulación deberían tomarse medidas para evitar un embarazo mientras dure el tratamiento, como la utilización de los métodos naturales de control de la fertilidad que recurren a la abstinencia periódica.
-Los anticonceptivos hormonales por vía oral (la píldora de toda la vida) actúan casi siempre como anovulatorios, lo cual eliminaría el riesgo de interferir en un posible embarazo, pero no puede descartarse totalmente que se produzca alguna ovulación, que, aun siendo muy infrecuentes, abrirían la posibilidad a un efecto antiimplantatorio.
Adjuntamos dos trabajos que recogen sin dudas el efecto antiimplantatorio del DIU con levonorgestrel. Como puede leer en ellos no son capaces de inhibir la ovulación de modo general por lo que la posibilidad de interferir en el desarrollo del embrión temprano si hay fecundación es real y debe tenerse en cuenta para su valoración ética.

Ver documentación:

Efectos postfertilización del DIU              DIU de levonorgestrel como método anticonceptivo