La exacta responsabilidad sobre a quién atribuir estos problemas de los neonatos infectados permanece sin esclarecer
Las recientes epidemias en la Polinesia francesa y en América del Sur del virus del Zika, han confirmado su transmisión vertical trasplacentaria y su asociación con anomalías congénitas de los recién nacidos, particularmente de lesiones importantes del sistema nervioso central. Sin embargo, la exacta responsabilidad sobre a quién atribuir estos problemas de los neonatos infectados permanece sin esclarecer, especialmente en los países en los que este tipo de infección es endémica.
Por ello, determinar lo más exactamente posible las consecuencias biomédicas que pueden tener en los recién nacidos de madres infectadas por el virus del Zika es un tema biomédico y ético importante.
Ahora se publica un artículo que evalúa esto en las mujeres de la Guiana francesa. El estudio incluye 300 mujeres y 305 niños nacidos. En él se comprueba que la transmisión materno fetal del virus se dio en el 26% de los casos, que el 45% de los nacidos no presentan trastornos al nacer, que el 20% presentan signos madurativos potencialmente relacionados con el virus del Zika y que el 14% de los casos se produjo un aborto espontáneo.
Este estudio demuestra que la asociación entre el virus del Zika y efectos adversos en los neonatos fue significativa.
Se puede concluir que en casos de infección materna por Zika, aproximadamente una cuarta parte de los fetos se contagian antes de nacer y que de ellos un tercio tienen complicaciones severas al nacer y se pierden por un aborto.
Los problemas médicos relacionados con el virus del Zika descritos en este trabajo son menores que los descritos en América del Sur y no difieren de otras infecciones congénitas.
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