El problema médico y ético de cómo tratar a los prematuros tempranos sigue vigente.

La supervivencia se inicia a partir de las 22 semanas, pero ésta solo la logra un 10% de los recién nacidos y aun así los supervivientes tienen grave riesgo de padecer importantes secuelas médicas. A partir de la semana 24 se produce un punto de inflexión en la supervivencia y la calidad de vida de los neonatos que sobreviven, y a partir de la semana 26 sobreviven el 50% de estos niños. Pero el tratamiento de los prematuros muy tempranos plantea objetivos problemas éticos, que conviene analizar en cada caso individualmente (ver más AQUÍ).