Una importante resolución de la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, pide a los Estados miembros poner fin a las ejecuciones de seres humanos.

La Jornada Mundial contra la pena de muerte, celebrada desde 2002, el 30 de noviembre, a partir de una propuesta de la Comunidad de San Egidio, ha sido precedida este año por una importante resolución de la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, en la que se pide a los Estados miembros poner fin a las ejecuciones de seres humanos. Dicha resolución fue apoyada por 123 países, ocho más que en una consulta similar en 2016. 36 delegaciones votaron en contra y 30 se abstuvieron. La iniciativa de la moratoria está en la agenda de la organización internacional desde 2007, a instancias de Italia. A la diplomacia transalpina se unen diversas asociaciones de la sociedad civil, que forman una especie de Task Forke por la abolición. Destacan, además de la Comunidad de San Egidio, Amnistía Internacional y Nessuno Tocchi Caino. Este apoyo significa una gran ayuda para el segundo protocolo facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte, aprobado por la asamblea general de la ONU el 15 de diciembre de 1989 (ver más AQUÍ).