La Organización Mundial de la Salud y otras agencias de las Naciones Unidas se muestran contrarias, y piden que se dejen de utilizar, los “tests para evaluar la virginidad”, que se usan en más de 20 países, incluyendo Afganistán y Sudáfrica, para determinar los derechos de las mujeres a acceder a la educación y empleo. Los tests que se basan en la inspección del himen para ver si han tenido relaciones sexuales previas, según estos organismos, no tienen una base clínica y científica evidenciada (Ver más).