En un artículo, cuyo primer firmante es un español, Severo Fernández, publicado en Nature, se refiere que se ha conseguido alargar un 10% más la vida celular por medio de una técnica de ingeniería genética que modifica una proteína, la bedina 1, que de alguna forma aumenta la autofagia celular. Los autores sugieren que estas investigaciones podrían fomentar la esperanza de vida de los humanos.