La mitad de las clínicas afiliadas a Planned Parenthood realizan abortos, aunque la organización en su totalidad es el principal proveedor de servicios de aborto del país financiado con fondos públicos. Hasta este momento, las iniciativas del gobierno para eliminar dicha financiación han fracasado porque se necesita la aprobación del Congreso.

Pero ahora, una nueva iniciativa, presentada el 8 de junio, que consiste en la reactivación de una norma legal que data de la presidencia de Ronald Reagan, que puede ser activada sin necesidad de recurrir a la aprobación del Congreso, puede facilitar que el presidente Donald Trump suspenda la ayuda Federal que recibe Planned Parenthood para realizar abortos en América del Norte (ver AQUÍ).

En el referido artículo se manifiesta que, «El Congreso el año pasado no eliminó los fondos para Planned Parenthood porque el proyecto de ley era abrumadoramente contrario a las tesis demócratas, por lo que no obtuvo los 60 votos necesarios para su aprobación en el Senado. Pero una versión ligeramente modificada de una regulación gubernamental, que fue confirmada por la Corte Suprema en 1991, después de ser discutida durante cinco años, podría aplicarse sin que tenga que pasar por el Congreso.

Las nuevas medidas que están ahora bajo revisión, requerirían que las instalaciones que reciben fondos federales de planificación familiar estén físicamente separadas de las que realizan abortos. De esta manera las Clínicas de Planned Parenthood no podría continuar prestando sus servicios médicos a mujeres ofreciendo a su vez el aborto como una opción.

En una conferencia telefónica con diversos medios de comunicación, funcionarios de Planned Parenthood manifestaron que combatirían las nuevas disposiciones legales. «Hemos sido muy claros, Planned Parenthood tiene un compromiso inquebrantable para garantizar que todos tengan acceso a servicios de atención de la salud reproductiva, y eso incluye el aborto», dijo Dawn Laguens, vicepresidenta ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America.

Lo que la administración de Donald Trump sí ha podido lograr ya es retirar los fondos federales a organizaciones que promueven el aborto en el extranjero, incluida la Federación Internacional de Planificación de la Familia, que solo en 2016 realizó 1 millón de abortos (ver AQUÍ).

 

 

*Ver artículo «Estatuto biológico del embrión humano».