Hay gente que piensa que la sedación paliativa es una forma encubierta de eutanasia. Pero no es así, la sedación paliativa no es la causa del fallecimiento, sino que gracias a ella se impide una muerte con sufrimiento y/o dolor. El paciente muere como consecuencia de su enfermedad grave. La sedación paliativa tiene, como efecto accidental, y no querido, la posible aceleración de la muerte del enfermo. En efecto, cuando se aplica una sedación paliativa no se busca, ni como fin ni como medio, la muerte del enfermo, sino la administración de un fármaco sedante, no letal, que tiene por finalidad paliar el dolor o/y el sufrimiento del enfermo. Provocar la muerte no es lo mismo que permitir la muerte (ampliar información AQUÍ).
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