Madres de alquiler y sus dificultades éticas.

Además de las dificultades biomédicas y éticas que la maternidad subrogada plantea, puede también dar alguna otra sorpresa. Esto es lo que le ha pasado a una mujer californiana que se ofreció como madre de alquiler para una pareja china. Tras llevar a cabo el implante de un embrión masculino de la referida pareja, la mujer quedó embarazada; pero seis semanas después, durante un examen médico rutinario, se le detectó la existencia de otro embrión. En la semana 38 de gestación dio a luz dos niños, que ella creyó gemelos, entregándoselos a la pareja china. Sin embargo, un mes después del nacimiento una prueba de ADN determinó que el segundo niño no era gemelo del embrión implantado, sino hijo biológico del esposo de la madre de alquiler, por lo que se supone que esta quedó de nuevo embarazada tras una relación sexual normal. Este fenómeno médico, denominado superfetación, se da muy raramente y al parecer se debe a que una mujer queda embarazada cuando previamente ya estaba gestando otro embrión (ver más información AQUÍ). Tras una ardua batalla legal, la madre biológica ha podido recuperar a su bebé que la pareja china ya consideraba suyo.

Foto: eju.tv