Título original: Blade Runner

Año: 1982

Duración: 117 min.

País: Estados Unidos

Director: Ridley Scott

https://www.youtube.com/watch?v=BvlRS9hsOb4

En una depresiva Los Angeles y nada menos que en el año 2019, un policía retirado es requerido para un cometido en el que sigue siendo el mejor de los llamados “blade runners”: “retirar” “replicantes”, androides que parecen humanos. Nuestro protagonista, Rick Deckard, identifica a estos supuestos criminales (se han infiltrado entre los humanos y eso no está bien), primero con el empleo del test de empatía Voight-Kampff, analizando los ojos del interrogado. Después los va “retirando” uno a uno, tal y como se le ha requerido. Pero su odio a la inteligencia artificial empieza a tambalearse cuando conoce a Rachel, una replicante que parece tener emociones humanas, y cuando se va aproximando al líder de los replicantes asesinos, Roy Batty. Este último ha dejado un monólogo que ya pertenece a la Antología del Cine: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.”

Esta historia está basada en una breve novela policíaca futurista titulada “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, publicada en 1968 y escrita por Philip K. Dick, pero las pretensiones de la obra literaria han sido ampliamente superadas por la película, que ya cuenta con una digna secuela, ahora en las salas de cine.

Del poético monólogo de Roy, pueden derivarse numerosas cuestiones: ¿Es Deckard el sexto replicante, porque se comporta como una máquina? ¿Tienen alma los androides? ¿Qué nos hace humanos?

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Antonio Quirós Fons

Doctor en Derecho

Miembro del Observatorio de Bioética