Valoración del Observatorio de Bioética sobre el caso

El pequeño Charlie Gard ha fallecido a unos días de cumplir un año, en un hospital para enfermos terminales londinense. «Nuestro precioso hijo se ha ido. Estamos muy orgullosos de el», ha declarado la madre, Connie Yates, en un comunicado emitido por un portavoz de la familia. La vida de Charlie se ha apagado tras unas intensas semanas de batalla legal entre el hospital donde estaba ingresado y sus padres, que querīan aplicarle un tratamiento experimental para salvarlo.

«No hemos tenido ningún control sobre su vida ni sobre su muerte», escriben los padres, Chris y Connie, desolados y decepcionados porque su último deseo, que Charlie fuese trasladado a casa para morir, tampoco lo pudieron cumplir. El hospital se opuso aduciendo que no podían proveer «el cuidado intensivo y permanente que requería Charlie».

Nuestra valoración ética

Tras nuestra última valoración ética realizada el 4 de julio en relación al caso Charlie Gard, se produjeron hechos concretos que la modifican sustancialmente.

Tras afirmar el doctor Hirano, el médico estadounidense, que ya no tenía sentido utilizar la terapia con nucleósidos por él propuesta, no parecía que existiera ninguna esperanza de vida para Charlie. Si no había esperanza de vida podría haber sido obstinación terapéutica mantener el respirador, ya que no se puede conseguir nada positivo para alargar la vida del paciente. Por ello, dada esta realidad médica y que el niño estaba en fase terminal, parece razonable desde un punto de vista ético haberle retirado el respirador.

Dado el tipo de enfermedad que Charlie padecía, si se retiraba el respirador, lo más probable era que la muerte fuera inmediata, por lo que no se requería mantener el soporte vital de alimentación, hidratación e higiene.

Por todo ello, nos parece que desde un punto de vida ético, en ese momento, y para evitar la obstinación terapéutica, fue correcto retirarle el respirador.

La única salvedad que creemos, desde el Observatorio de Bioética, que habría que tener en cuenta, es que si al retirar el respirador, por alguna circunstancia, Charlie hubiera seguido con vida, durante ese tiempo sí que habría que haberle mantenido la hidratación y las medidas higiénicas.

*Foto:www.ilsussidiario.net