El sistema nervioso intestinal controla diversas funciones de ese órgano y cuando se altera produce anomalías en el mismo. Ahora un grupo de investigadores norteamericanos generan tejido intestinal a partir de células embrionarias y células iPs, utilizándolas para estudiar  las bases  moleculares de la enfermedad de Hirschsprung. A juicio de los autores es la primera vez que se crea tejido intestinal funcional que pueda ser utilizado para estudiar trastornos de la motilidad del tracto intestinal (Ver AQUÍ).