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Un reciente y amplio estudio ofrece resultados sorprendentes sobre la transexualidad

Introducción

El Dr. Lawrence S. Mayer, epidemiólogo especializado en psiquiatría, y el Dr. Paul R. McHugh, del que se afirma que es el más importante psiquiatra estadounidense del último medio siglo, han publicado recientemente en la revista The New Atlantis un estudio titulado “Sexualidad y Género” (ver AQUÍ) que ofrece una exhaustiva revisión de más de quinientos artículos científicos relacionados con el tema. “Estaba alarmado al enterarse de que la comunidad LGBT tiene una tasa desproporcionada de problemas de salud mental en comparación con la población global”, afirma el Dr. Mayer, uno de los firmantes del artículo. 1

Antecedentes

En Noviembre de 2014, el Dr. McHugh ya publicó un informe en la página web First Things2, en la que hacía constar su decisión como responsable del departamento de Psiquiatra del hospital John Hopkins en Baltimore, EEUU, de no proponer ninguna intervención quirúrgica más de reasignación de sexo, a la vista de los negativos resultados que obtuvo tras un examen retrospectivo de los pacientes a los que se les había sido practicada dicha intervención.

En el artículo ahora publicado, sus autores han tratado de establecer evidencias bien contrastadas y con significación estadística, de lo publicado en los últimos años. Frente a otros estudios relacionados, que no pocas veces ofrecen resultados contradictorios sobre el tema, este se distingue por el gran acerbo de datos, provenientes de muchas y diferentes fuentes, lo que le otorga una especial credibilidad, además del aval de sus autores, de indiscutible prestigio científico.

La oportunidad del trabajo es indudable. Las nuevas tendencias en el abordaje de la disforia de género (tal como es definida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5, de la  American Psychiatric Association, relacionada con la promoción de las intervenciones de reasignación de sexo, a través de tratamientos farmacológicos y quirúrgicos, presentan éstos como la solución a un complejo problema, hasta el punto de la aprobación de normas legislativas que amparan y estimulan a su realización (ver AQUÍ).

Pero no parece ser ésta la conclusión a la que llegan los trabajos que nos ocupan, sino más bien la contraria.

El amplio estudio de 140 páginas ofrece resultados sorprendentes, que pasamos a resumir:

  • No puede establecerse científicamente que la orientación sexual divergente con el sexo biológico (disforia de género) sea una propiedad innata e inmutable en el ser humano. No existen evidencias, por tanto, de que exista una determinación de origen genético hacia este tipo de conductas.
  • La orientación sexual no es inamovible, sino que puede cambiar a lo largo de la vida. Esto resulta de especial importancia en la adopción de medidas “irreversibles” de asignación de sexo, que pueden llegar a agravar los cuadros de disforia hasta niveles dramáticos. En concreto, el 80 % de los adolescentes masculinos que manifiestan una atracción hacia el mismo sexo, dejan de sentirla al alcanzar la edad adulta.3 Aunque algunos investigadores cuestionan estos datos y refieren errores metodológicos en la encuesta, no dejan de ser muy significativos.
  • El riesgo de padecer problemas de salud, es superior en los no heterosexuales, tanto a nivel de salud general como mental. Así, presentan 1,5 veces más riesgo de padecer ansiedad, el doble de sufrir depresión, 1,5 veces más de adicción a sustancias y 2,5 veces más riesgo de suicidio.
  • En cuanto a la población transgénero, resulta alarmante  la cifra de intentos de suicidio, que alcanza, según un estudio, un 41 %, frente al 5 % que registra la población no transgénero en Estados Unidos. Otro estudio encontró cinco veces más riesgo de intento de suicidio en la población que se había sometido a cirugía de reasignación de sexo, en comparación con los grupos de control. El riesgo de morir a consecuencia de un suicidio era 19 veces más que la población control. Respecto a este dato, se ha esgrimido con frecuencia que el estigma y rechazo social que padece el colectivo transgénero estaría detrás de este incremento. Pero no parece ser este un argumento sostenible según el estudio que nos ocupa, que afirma que estos altos índices de intento de suicidio se registran también en personas transexuales en cuyos entornos sociales no se les da trato discriminatorio.
  • El porcentaje de población estadounidense que no se identifica con su sexo biológico es del 0.6 %.
  • Existen débiles correlaciones entre estructura cerebral y conducta transgénero en los estudios analizados, insuficientes para atribuir esas conductas a una base neurobiológica.
  • Solo una reducida minoría de los niños que manifiestan una «identificación de género cruzada», la mantienen en la adolescencia y la edad adulta. Este dato resulta especialmente relevante ante los intentos de promover reasignaciones de sexo en niños antes de la pubertad, que puede ocasionar graves trastornos futuros cuando la tendencia revierta espontáneamente.
  • Los datos sobre eficacia de los tratamientos de reasignación de sexo en adolescentes, hormonales o quirúrgicos, son escasos y su generalización no está avalada por las evidencias científicas disponibles.

Cirugía de reasignación de sexo

El  Dr. McHugh, según las conclusiones de  su primer estudio2, en el que recogía el seguimiento de los pacientes a los que se les había practicado cirugía de reasignación de sexo en su hospital, manifestó que los problemas que presentaban antes de la cirugía no se habían resuelto, tanto a nivel de relaciones humanas como de trabajo o emocionales.

Referencias

[1] Mayer, LS., McHugh PR. Sexuality and Gender. The New Atlantis. 2016; 50:4-143

2 https://www.firstthings.com/article/2004/11/surgical-sex

3 Savin-Williams RC, Joyner K. “The Dubious Assessment of Gay, Lesbian, and Bisexual Adolescents of Add Health,” Archives of Sexual Behavior.2014; 43(3):413-22. http://dx.doi.org/10.1007/s10508-013-0219-5.

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Julio Tudela

Observatorio de Bioética

Universidad Católica de Valencia

 

 

 

 

*Foto: otropsicologo.com