Datos recogidos entre 2005 y 2007 muestran que un 19% de los universitarios norteamericanos, entre 18 y 25 años, han sufrido agresiones sexuales o un intento. Del 75% al 80% conocían a su agresor. Solamente un 20% de los asaltados lo comunicaron a la policía. Este porcentaje para los no universitarios era del 32%. Este alto porcentaje de asaltos sexuales urge a que se instauren políticas preventivas por parte de las autoridades universitarias y estamentos judiciales más efectivas (JAMA 314; 347-348, 2015).