Un informe del Ministerio de Salud Pública de Inglaterra sobre enfermedades de transmisión sexual, correspondiente al año 2014, publicado el 23 de junio de 2015, difunde datos estadísticos muy alarmantes sobre la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual  entre homosexuales. Ver artículo anterior sobre este tema en la población norteamericana https://www.observatoriobioetica.org/2015/04/sifilis-aumenta-el-contagio-en-eeuu/7380

En efecto, aunque las enfermedades de transmisión sexual, disminuyeron un 0.3% en Inglaterra en 2014 con respecto a 2013, este tipo de enfermedades aumentaron significativamente entre los homosexuales. Así la sífilis se aumentó en este colectivo  en un 46%, la gonorrea en un 32%, la infección por clamidia en un26% y el herpes y verrugas genitales en un 10%.

La gonorrea fue la que se incrementó más significativamente, seguramente por el aumento de las resistencias bacterianas y por disminuir los tratamientos efectivos, hasta el punto de que algunos de estas enfermedades podrían casi etiquetarse como intratables.

Posiblemente una de las razones de dicho aumento es la percepción que tienen los homosexuales de la reducción de riesgo que supone la infección por VIH, al ser el sida una enfermedad tratable, y haber pasado por ello de ser una enfermedad mortal a crónica. Este supuesto viene avalado por el hecho de que el 10% de los hombres, muchos de ellos homosexuales, infectados por el VIH desconocían que lo estaban.

Para reducir este riesgo, el informe que estamos comentando, recomienda que los homosexuales deberían someterse a un control anual para detectar una posible infección por VIH o padecer una enfermedad de transmisión sexual, o cada tres meses si han tenido relaciones sexuales con un nuevo individuo sin utilizar el preservativo. También se les debería facilitar el acceso a los servicios sexuales de salud. Otra buena medida sería reducir el número de parejas sexuales y reducir las relaciones sexuales.

No cabe duda de que si estas medidas se utilizasen el riesgo de transmisión de enfermedades sexuales entre los homosexuales se reducirían (The Lancet 386; 2,2015; 4 de julio de 2015).