Donación de órganos. Parece que el uso de órganos de prisioneros para trasplantes va a prohibirse 

En 1984 se legalizo en China el uso de órganos de personas ejecutadas para trasplantes, siempre y cuando se contara con el consentimiento de los propios reclusos y de sus familiares.

Esta práctica ha sido condenada, tanto por organizaciones de derechos humanos, como por autoridades médicas y científicas. Además de ello, en China existe una gran preocupación sobre si el consentimiento informado de los potenciales donantes se obtiene previamente a la extracción de los órganos, y sobre todo si existe una comercialización fraudulenta de los órganos extraídos.

Consecuencia de todo ello, es que en 2011 Arthur Caplan y otros colegas suyos, promovieron una campaña dirigida a realizar un boicot a los trasplantes de órganos en China hasta que se comprobara que los órganos no procedían de prisioneros ejecutados. El propio viceministro de Sanidad publicó en Lancet en 2011 que alrededor del 65 % de los trasplantes en China utilizaron órganos de fallecidos y que de ellos más del 90% procedían de prisioneros ejecutados. En diciembre de 2014 el viceministro de salud y responsable en China del Sistema de Trasplantes de Órganos, anunció oficialmente que ya no se utilizarían órganos donados por prisioneros ejecutados a partir del uno de enero de 2015 (The Lancet 385; 1, 2015).