Habría que proponer en este momento una moratoria para todas aquellas técnicas orientadas a “mejorar” la especie humana a través de modificaciones genéticas y/o epigenéticas.
Introducción
Niños de diseño, ¿Una quimera futurista?
En un reciente artículo publicado en Fertility and Sterility (103; 342-343, 2015), de febrero de este mismo año, se hace una reflexión sobre la producción de niños de diseño (ver nuestra publicación sobre oferta de niños diseñados por ordenador) y los problemas médicos, sociales y éticos, especialmente estos últimos, que esta práctica puede conllevar.
Empieza el artículo haciendo referencia al libro de Aldous Huxley “Brave New World”, en castellano publicado como “Un mundo feliz”, en el que se especula como como podría ser un mundo en el que los niños no fueran procreados por vía natural sino por medios tecnológicos.
Indudablemente, desde los tiempos de Huxley hasta ahora son muchos los adelantos técnicos que se han producido, por lo que posiblemente lo por él descrito podría quedarse corto ante la realidad biotecnológica que promueve el transhumanismo, posthumanismo y la hipotética producción de cyborgs.
En relación con ello, Lee Silver, de la Universidad de Princeton, especula sobren cual puede ser el futuro para una sociedad en la que los niños no se conciban naturalmente, lo que, a su juicio, podría ser beneficioso, dado que piensa que la concepción natural tiene demasiados riesgos. En relación con ello, Silver ha patentado métodos tecnológicos que utilizan el ADN de los progenitores para pronosticar el riesgo de enfermedades que pudieran tener sus hijos. Posiblemente el objetivo último de estas técnicas podría ser utilizar el diagnóstico genético preimplantacional, para reducir, o incluso eliminar, los riesgos genéticos que implícitamente acompañan, a su juicio, a la reproducción natural.
Dificultades
Pero sin duda, estas técnicas, según comenta Melo-Martin y Rosenwaks, de la Unidad de Ética Médica del “Cornell Medical College” de Nueva York, presentan problemas que ellos resumen fundamentalmente en cuatro.
- Primero, el conocimiento de nuestro genoma es todavía muy limitado. Además, muchas enfermedades son la consecuencia de las interacciones entre nuestros genes y el medio ambiente, y así como de factores epigenéticos. En el momento actual la tecnología que Silver propone es únicamente capaz de detectar el riesgo de enfermedades monogenéticas, y no de alteraciones genéticas complejas o de la interacción entre genoma y medio ambiente. Es decir, es una tecnología muy limitada.
- Segundo, dada la información tan amplia que estas técnicas pueden proporcionar, además todavía no bien determinada, parece muy difícil que los padres pudieran tener, utilizándolas, la información necesaria para saber cómo podrían usarlas para mejorar o elegir la “calidad” de sus hijos.
- Tercero, todos somos portadores de variantes genéticas, por lo que no es fácil hacer en ocasiones una clara distinción entre salud, riesgo de enfermedad y enfermedad. Por ello, tampoco parece fácil que los padres pudieran tener información suficiente para elegir los embriones con o sin riesgos genéticos de distinto tipo. Por lo que, no solamente se plantearía un problema a los padres para elegir los mejores embriones, sino también la responsabilidad de lo que eligieran al no poder determinar con exactitud cuál pudiera ser el mejor.
- Cuarto, estas tecnologías también pueden animar a considerar a los niños como un producto que se podría elegir o desechar y así reducir el riesgo de tener “niños imperfectos”. Incluso se podrían traspasar los límites relacionados con padecer enfermedades o con el riesgo de sufrir en la edad adulta algún problema médico, para pasar a poder elegir niños con características determinadas, como pudieran ser el color de los ojos, de la piel, del pelo, su inteligencia, sus habilidades cognitivas, por mencionar solamente algunas de ellas. Esta elección seguramente se haría de acuerdo con las preferencias personales de los padres, y no siempre teniendo en cuenta el bien de los hijos, lo que sin duda podría acarrear indudables problemas éticos.
Objetivos problemas éticos
Consecuentemente, parece irresponsable, creer que, dado nuestro incompleto conocimiento de los mecanismos genéticos y epigenéticos que actualmente tenemos, se pueden utilizar técnicas para programar hijos de diseño utilizando la reproducción asistida. Incluso, aunque nuestro conocimiento fuera mayor, su uso podría conllevar importantes problemas éticos, que habría que solucionar antes de poner en práctica estas técnicas. Además, este peligro habría que ampliarlo al riesgo que existe de desarrollar tecnologías poco comprobadas, que podrían tener una elevada capacidad destructiva y que podrían terminar con valores humanos y sociales que nosotros ahora deseamos conservar.
Es decir, nos parece que las nuevas tecnologías aplicables a lo que podría ser el posthumanismo y la creación de cyborgs, plantean múltiples problemas éticos, que habrá que considerar en profundidad. Esto nos hace recordar la moratoria que cuando se inició la terapia génica propusieron eminentes investigadores reunidos en Asilomar, California, hasta que se tuviera mayor conocimiento de lo que estas técnicas pudieran implicar. Nos parece pues, que una moratoria similar habría que proponer en este momento para todas aquellas técnicas orientadas a “mejorar” la especie humana a través de modificaciones genéticas y/o epigenéticas.
Justo Aznar
Director del Observatorio de Bioética
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