En 2012 murieron más de 5000 personas por eutanasia y suicidio asistido en aquellos países en los que estas prácticas están legalizadas. Solo en dos de ellos, Holanda y Bélgica, están aprobadas ambas prácticas. Lo son desde 2002. Mientras que el suicidio asistido es legal en Suiza desde 1918 y en diversos estados norteamericanos: Oregón desde 1997, Montana y Washington desde 2009 y Vermont desde 2013. El suicidio asistido significa el 7,8% de las muertes en Holanda y el 2% en Bélgica.
La preponderancia de la eutanasia sobre el suicidio asistido en Bélgica y Holanda parece indicar que los individuos que desean terminar con su vida prefieren que lo haga un facultativo que hacerlo ellos mismos.
El país con mayor incidencia de suicidio asistido es Suiza, en donde esta práctica está legalizada, aunque escasamente regularizada desde un punto de vista legal, por lo que se permite acceder a ella a personas que no son enfermos terminales. Prácticamente basta el deseo de suicidarse del propio individuo. Sin embargo, en los países o regiones en donde solamente el suicidio asistido está legalizado parece que los índices de este tipo de suicidios no aumentan (The Lancet 384; 127,2014).
Ciertamente, como se comprueba, el número de países en los que la eutanasia y el suicidio asistido están legalizados es mínimo, en dos países la eutanasia y en tres y algunos estados norteamericanos, el suicidio asistido, algo que contrasta con lo que en ocasiones se quiere transmitir sobre la amplia aceptación de estas prácticas tan éticamente negativas.
He enviado un comentario que no ha sido publicado
Disculpa pero no lo localizo, tenemos un sistema anti spam que a veces nos falla, sería tan amable de volver a hacer el comentario?