Un tema con objetivas implicaciones éticas es saber si la utilización de embriones descongelados y calentados previamente a su implantación, puede condicionar que los niños nacidos tengan más problemas de salud que los nacidos tras la implantación de embriones frescos. Ello puede ser importante pues cada día se recomienda más el uso de embriones congelados porque al parecer utilizándolos se consiguen mejores índices de implantación y embarazos que cuando se usan embriones frescos. En un reciente artículo (Human Reproduction 29; 1552-1557, 2014) se evalúa este tema.
En él se analizan los resultados de 1830 niños nacidos de embriones congelados y de 2492 niños de embriones frescos y 31.243 nacidos de embarazos naturales. El porcentaje de anomalías en el grupo de nacidos tras utilizar embriones congelados fue del 4.2% y de 4.5 % en el de embriones frescos y de 3.2% en el de embriones concebidos por vía natural.
Es decir, no parece que exista mayor riesgo de padecer anomalías tras el nacimiento en ambos grupos de niños nacidos por fecundación in vitro, bien utilizando embriones congelados o frescos, aunque sí en cambio se encontró un moderado incremento de padecer anomalías congénitas importantes entre los nacidos por fecundación in vitro, cuando se evaluan conjuntamente ambos grupos, embriones frescos y congelados, y se comparan con los nacidos por vía natural.
Sugiero que en los articulos que mencionan pongan la referencia bibliograáfica completa, no solo el nombre de la revista y el volumen y páginas. Tener la referencia completa facilita ir a la fuente. Felicitaciones por el servicio.
Pablo Arango Restrepo.
U. de La sabana, Colombia.
Seguramente se refiera a poner un link, por ahora cuando no ponemos el link es porque la revista o libro en cuestión no nos ha autorizado por ser material protegido por derechos de autor.