La mutilación genital es considerada ilegal en el Reino Unido desde 1985 y en 2003 (2005 en Escocia) se recrudecieron las medidas legales contra esta práctica, aunque no se persigue adecuadamente. Un informe de varios hospitales londinenses, que tienen servicios especiales para tratar las consecuencias de la mutilación genital, indican que han atendido a más de 2000 mujeres desde 2010 hasta el verano de 2013 (BMJ 2014; 348: g 1433).